En este ETCR en la
vereda Quebraditas, más de 150 familias intentan reconstruir sus vidas tras el
conflicto y el desplazamiento.
El modelo, diseñado por
el Semillero de Estructuras en Madera y Bambú (Sembu) de la Facultad de
Ingeniería de la Universidad Nacional, busca mejorar la calidad del hábitat con
una estructura liviana, modular, fácil de armar y sin necesidad de mano de obra
especializada.
David Ayala Laverde,
líder del Sembu, dijo que el proyecto aún se encuentra en fase de
implementación piloto.
Desde 2017, el Sembu,
creado por la profesora Caori Takeuchi, investiga el potencial de la guadua
como material estructural para el ámbito rural.
La ventaja es que la
guadua crece rápido (alcanza su altura máxima en 6 meses), su capacidad de
regeneración y su captura de carbono la convierten en una opción ambientalmente
sostenible y estructuralmente confiable y, además, hay guaduales cercanos al
ETCR.
A diferencia de cortar
un árbol, extraer guadua no implica talar la planta, sino cortar los culmos
maduros, lo que permite su regeneración natural.