Desde Dignidad Arrocera
rechazaron la propuesta de la industria molinera que -según este gremio-
vulnera los derechos de los agricultores y desconoce la Resolución 241 del 1 de
agosto de 2025, que fija el precio oficial y obligatorio para el arroz en
cáscara verde.
Esa propuesta pone en
riesgo los logros alcanzados con la movilización y la unidad del sector,
insiste Dignidad Arrocera.
Por su parte, la Cámara
Induarroz de la ANDI explica que, a pesar de los llamados a racionalizar las
siembras desde finales de 2024, la superficie cultivada aumentó, especialmente
en Casanare, donde se alcanzó un nuevo récord de 216.000 hectáreas sólo en el
primer semestre del 2025.
Esto hizo que, para el
2025, el país llegara a la cosecha con inventarios 92% superiores a los de
2024, y muy por encima de lo recomendado en el Plan de Ordenamiento Productivo
de la UPRA.
Finalmente, el centro de investigación económica y social Fedesarrollo ha
dicho que la tecnología para ser
competitivos cultivando arroz está disponible en los actuales programas de
Fedearroz, pero no se adaptan de manera masiva.
Según Fedesarrollo, el
que más gana en la cadena del arroz es el comercializador con 9.5%, le sigue el
agricultor con 7.3% y el molino con 5.7%.
Si se tiene en cuenta
que el comercializador y el molino son la misma empresa, la ganancia que suma
es superior al 15%.
Fuente: Noticiero del llano