La beneficiaria es hoy una
adulta mayor, cabeza de hogar quien fuera víctima del conflicto armado.
En 1996 el INCORA le
adjudicó el predio en el que ella llevaba 21 años junto a su compañero. Pero en
1998, tuvo que salir desplazada en medio de los enfrentamientos entre las Farc
y los paramilitares, lo que dio paso a una ocupación progresiva del terreno por
parte de terceros.
Con el paso del tiempo,
la mujer presentó la solicitud ante la Unidad de Restitución de Tierras (URT),
entidad que en efecto llevó el caso ante la justicia especializada, que emitió
sentencia.
El fallo establece que
la mujer debe ser compensada, y se ordena al Municipio de Puerto Gaitán comprar
el inmueble conforme a un avalúo comercial, debido a que parte del predio fue
urbanizado, intervenido institucionalmente o está ocupado por familias con
buena fe, exentas de culpa.
La petrolera HOCOL construyó
allí un centro de salud, andenes y guardería.
Fuente: Noticiero del llano